domingo, 31 de enero de 2016

Me da vergüenza II

Me da vergüenza ver cada día en televisión que personas y más personas de todas las edades, sexo y religión mueren al intentar salvar la vida, menuda paradoja. Me da vergüenza que las naciones europeas, aquellas que crearon la democracia, el estado de derecho, el propio derecho, no sean capaces más que de mirar a otro lado pegando una patada a aquellos que tuvieron la mala suerte de nacer en el país equivocado.

Me da vergüenza ver que desde 2007 apenas haya cambiado nada, puesto que sigo observando comportamientos por los que me avergüenzo de ser humana. Y no tiene pinta de que la cosa vaya a mejor.

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domingo, 24 de enero de 2016

Recursividad

Todos los enlaces de la derecha están obsoletos: o llevan a ningún lugar o son blogs cuya última entrada se remonta años atrás.
Yo misma he publicado 3 veces en todo el 2015, y me sorprende que en 2014 escribiese, al menos, una entrada cada dos meses. Y es que las costumbres y las modas cambian. Hace unos 10 años los blogs eran lo más, no molabas si no tenías uno. Todo hijo de vecino hacía sus pinitos como escritor en la blogosfera y había lugar para todos. No me extrañaría que un adolescente actual, como yo misma cuando empecé esto, ponga cara de póker si alguien le pregunta si sabe lo que es un blog.
He plasmado aquí mi capacidad creativa sufrir altos y bajos, ser abstractamente abstracta y peligrosamente concreta. Me ha servido de vía de escape en momentos en que no encontraba otro camino por el que huir. Y sé que algunos de mis mejores amigos lo han leído, e incluso disfrutado, lo cual constituye una de las alegrías más grandes que me puedo llevar.
Esto no es una despedida. Ni la cuadragésima tercera promesa de retomar la costumbre semanal de escribir, porque todo el mundo sabe que no podré cumplirla. Tampoco voy a abrir otro blog acorde con la persona que soy hoy. Estoy segura de que en esencia soy la misma persona que eligió el nombre de este sitio en base a dos utensilios de escritura, aunque en formas haya cambiado mucho. Y también estoy segura de que quiero conservar este sitio, aunque es posible que la forma cambie algo.
Hoy he recordado el blog, he tenido ganas de escribir, y he pensado que el mejor sitio para hablar del blog es el propio blog. Esto parece una recursividad literaria de ínfima calidad, pero así el que pase por aquí se puede echar unas risas leyéndolo.
He de reconocer que echo de menos algunos hábitos … como el de desear un feliz domingo a través de la telaraña virtual de este planeta.

Feliz Domingo.

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