martes, 14 de noviembre de 2023

Escribir cuando te sabes leída

No sé realmente si el título es una expresión correcta o no. 

Me refiero a que, desde que publico algo de lo que escribo en internet, nunca he tenido la certeza de que alguien lo fuese a leer. Es una incógnita. Si supiera quien quiere leerlo, le haría la vida más fácil y se lo haría llegar por email. Pero no es lo que quiero. Yo escribo. Lo publico aquí. Quien quiera leerlo y sea capaz de encontrarlo, aquí lo tiene.

Hace un par de meses supe que hay una persona que leía religiosamente todas las entradas de este blog. Me ha dado un poco de vergüenza. Bueno, me ha dado muuucha vergüenza, dado el calibre de barbaridades que he soltado en este sitio. Y he de reconocer que, aunque sé que la persona no tiene esta intención, ahora estoy condicionada. Me siento observada. Y, como el árbol que cae en un bosque solitario, ahora sueno al caer. Dicen que el simple hecho de observar algo lo altera. Y puedo corroborarlo ya que es lo que yo he sentido al saberme leída por alguien que yo no esperaba. Es este detalle lo que me ha condicionado. No esperaba, en absoluto, que esta persona fuera a leer este blog. Es uno de los David.

Y ahora, si David está leyendo esto, puede que sienta algo parecido a lo que yo sentí cuando supe que él había leído todos y cada uno de los posts. No se trata de una venganza ni nada de eso, no me entendáis mal. También reconozco que, como aspirante a aprendiz de escritora, me encanta que alguien disfrute leyendo lo que yo escribo. Se trata simplemente de... devolver el equilibrio al sistema. De recuperar mi equilibrio que es parte del equilibrio del sistema. Yasta.

Y ahora podemos continuar con este soleado día festivo de Octubre :-)