martes, 24 de abril de 2012

Para comer.

Estas palabras pronunciaba la mujer desde el otro lado de la puerta. Abrí con muuucho cuidado y le volví a preguntar: “¿Quién es?”. “Hola, soy una vecina, te quería pedir algo para comer.” “¿Para comer?” “Sí, para comer”. “Bueno, voy a ver qué tengo”. Un tanto desconcertada, pasé a la cocina a ver realmente qué tenía de comer. Como vivo sola no tengo apenas productos frescos, lo justo que sé que me voy a comer en el día y poco (muy poco nada) más. Cojo una naranja que tenía fuera del frigo para la comida, y dos trozos de pan congelados que envuelvo en papel de cocina. Salgo hacia la puerta otra vez. Desconfiada miro por la mirilla y veo a la mujer esperando, a una distancia bastante prudencial. Abro la puerta y desde mis manos a las suyas le doy estos escasos víveres a la mujer, diciéndole que el pan está congelado y que debería esperar a que se descongelara. Sin guardar nada de cuidado a mis explicaciones, la mujer sólo sonrió y me dijo “Muchas gracias” tantas veces como su boca pudo pronunciar. Una niña había aparecido por detrás de ella y desprendía una alegría que no soy capaz de describir al ver lo que le estaba dando a su madre. Cerré la puerta, pasé a casa y rompí a llorar. ¿Cómo es esto posible? Recordaba que en el pueblo había veces que gente desconocida pasaba pidiendo. Mi madre siempre les daba comida, y nos decía a mis hermanas y a mí que si veíamos a alguien pidiendo que nunca le diéramos dinero, pero sí la comida que tuviésemos a mano. Un día yendo al cole vi que habían tirado el bocata de tortilla que mi madre había preparado expresamente para una de estas personas … Pero esto … aún no me paso a creer que alguien toque a una puerta realmente buscando comida. Que no intente nada más, sólo pida un bocao de pan (literalmente) que llevarse a la boca, de la forma más sencilla y sincera que he visto jamás. Después de soltar un poco el berrinche, me sentí como una auténtica y gigantesca mierda. Me dieron ganas de salir otra vez y darle los cartones de leche y las latas que tenía en casa. A mí no me hacen falta!
¿Qué está pasando en el mundo para que demos lugar a que estas cosas ocurran?

Etiquetas:

jueves, 19 de abril de 2012

Tengo 92 años.

Tengo 92 años. Mi ilusión más grande en el día de hoy ha sido ir a comprar el cupón de la ONCE en el que salía mi pueblo, ese lugar que me vio nacer y crecer durante 17 años, y que siempre recuerdo. Gracias a dios que tenía esa ilusión para hoy, porque la vida me ha hecho saber que la ilusión de que mi compañero de petanca (del que estoy perdidamente enamorada en secreto) está ya ocupado con otra moza de muy buen ver, según he alcanzado a sentir. Anda que he tenido toda una vida para aprender, pero no he logrado conocer la fórmula que permite al resto de mortales encontrar una persona con la que compartir su vida y de hecho hacerlo. Encontrar personas así … yo he encontrado … pero no he conseguido compartir más que un par de ratos, eso cuando han llegado a dos. ¿Qué he hecho mal? Ahora no puedo ni aconsejar a mis nietos …

Pocas cosas me quedan ya en la vida, la poca familia más cercana que nunca se pierde, aunque a estas alturas estamos ya todos desperdigados. Me doy cuenta de que se me está vaciando la vida porque cuando mi hermana me pregunta sobre cómo me va, aparte de la partida en el hogar del jubilado y la cola en la fruta, poco más tengo que contar.

¿He elegido bien mi vejez? Decidí venirme a una ciudad típica donde muchos abueletes van a pasar su retiro de tercera edad. Había escuchado muy buenas críticas, a todo el mundo le iba muy bien, hacían muy buenos y divertidos amigos con los que pasaban buenos ratos. Aunque al fin y al cabo eso pasa en casi todos los lugares … personas hay en todos sitios y hablar, salir, entrar, reír, … podemos hacerlo siempre … Entonces no encuentro bien qué es lo que me ha fallado en la elección. Tampoco puedo quejarme, estoy mejor que quiero, la mayoría de mis expectativas de comodidad se han cumplido … así que … ¿es entonces que no sabía ni siquiera lo que esperaba y por tanto lo que hallo no casa con las inciertas expectativas? Estoy mayor ya para poder responder a estas preguntas de corte filosófico para las que, dicho sea de paso, una nunca encuentra una respuesta totalmente satisfactoria. ¿Puedes encontrar la respuesta tú?

Etiquetas: ,

domingo, 15 de abril de 2012

Cimas.

"De nada sirve subir a la cima más alta si una vez allí no tienes con quién compartir el éxito."

Etiquetas:

sábado, 14 de abril de 2012

Principio de Hanlon.

jueves, 12 de abril de 2012

Se acabó.

Se acabó la Semana Santa, se acabaron las vacaciones, se acabó el llevarse nosecuanto tiempo ya sin escribir el blog. Se acabó no tener tiempo para nada, se acabó no leer (tengo que volver a la biblioteca a volver tomar prestado el libro que en dos meses no he sido capaz apenas de comenzar). Se acabó la rutina de ver la misma serie que llevo viendo los últimos 3 años, que está muy bien y es maravillosa, pero también hay otras … Se acabó lo de comer basura incontroladamente; comeremos basura pero de forma controlada. Se acabó el no estudiar nada nuevo, vale que cuando terminé la carrera me pegué un buen tute de currar y estudiar a la vez, pero 4 años después ya me he más que re-recuperado, se me van a atrofiar las 2 neuronas que me quedan si no espabilo …

Y se acabó … decir que se acabó.

Etiquetas: