Lo bueno si breve ...

Cuando Martin Scorsese dirigió ‘La última tentación de Cristo’, ALGUIEN debería haberle dicho que la inmensa mayoría de la humanidad conoce más que de sobra la historia de la vida de Jesucristo, esto es, quienes eran sus padres, los capítulos más nombrados de su vida pública como las bodas de Caná, la última cena, sus milagros más sonados, … En definitiva, que no era necesario emplear 2 horas de reloj en contar la vida de Nuestro Señor Jesucristo si el propósito de la peli (como su propio nombre indica) es plantear su última tentación, ÚLTIMA que quiere decir lo que sucede al final.

Por tanto, la única parte del film que cuenta algo que no sabíamos, se reduce a los 30 minutos FINALES (el 20% de la duración total), y quizá algún que otro diálogo intermedio (entre todos los interesantes no cuentan más de 10 minutos).

Este señor debe no haberse leído Momo y no saber tampoco lo importante que es el TIEMPO para las personas, así, al menos, podría haber advertido que las primeras 2 horas (DOS HORAS) de su obra no aportan absolutamente nada [corregido] que no se pueda contar en unos correctos 20 minutos [/corregido], y que se pueden pasar rápido como los anuncios de la peli que dejamos grabando ayer en la tele.

A todos, excepto a los responsables de tal atrocidad, Feliz Domingo.