A Rey muerto ....

... Rey puesto! que dicen ...

Hace unos días descubría cómo uno de los bares/pubs que yo más amaba desde lo más profundo de mi alma, había desaparecido tal y como yo lo conocía. El sitio sigue existiendo, incluso con el mismo nombre (por ahora) pero se parece a mi Estribo como un huevo a una castaña ...

Sin ánimo de poner sustituto a algo insustituible, he descubierto otro bar que se ha ganado un hueco en mi corazón. Uno comienza a ir a un bar por probar, porque le han dicho que está bien, porque tiene una buena oferta ... y continúa yendo porque realmente le ha gustado, porque la oferta es realmente buena ... y porque le tratan bien. Todo negocio ha de saber como cuidar a sus clientes, se puede ser sencillamente correcto, se puede ser un mala follá (véase El Lobos), o se puede ser un encanto. En cualquiera de los tres casos el bar está en su pleno derecho de actuar como realmente le venga en gana, nadie le pide nada, pero lo cortés no quita lo valiente, y cuando descubres que el camarero ya conoce tus gustos (evita esa tapa que no te gusta), te invita a un par de cañas e incluso te pone tapas de jamón extra, no puedo evitar que mi alma se estremezca, se me erice la piel y mis ojos se humedezcan.

Así es como desde hace cosa de mes y medio voy una o dos veces por semana al citado bar, cuyo nombre no desvelaré por respeto a la atención e incluso afecto que este bar ha demostrado hacia mí (y mis acompañantes) de una forma tan desinteresada como elegante.

Feliz Domingo.