martes, 5 de mayo de 2009

San Ignacio.

Aparte de un santo (evidenteeeeeee) y una marca de cazos muy glamurosa, el otro día descubrí que San Ignacio fue un personaje al que le pasó algo muy curioso.

Estaba yo sentada en un banco rodeada de gente de más nacionalidades de las que puedo recordar, en esto, me desplacé muy hacia el borde para dejar sitio a otra persona. Entonces, un chico mejicano muy simpático (y que lleva mucho tiempo sin viajar a su país, evitemos riesgos innecesarios) me dijo:
- Te quedaste como San Ignacio. - téngase en cuenta que seseaba.
Aturdida, yo pregunté:
- ¿Cómo se quedó San Ignacio?
Y él me lo aclaró todo ...
- Con una nalga en el espasio !

Es posible que esto contado no tenga mucha gracia ... pero creedme que en ese momento me iba a des-ternillar de la risa.

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