domingo, 27 de diciembre de 2009

Antes de que cuente diez.

Esta tarde he sido testigo de la cantidad ingente de porquería almacenada en los ríos que cruzan la capital Granadina, ya a las afueras de ésta. Neumáticos, vigas de madera, escombro, y basura de origen humano que nunca debieron llegar ahí. También he sido testigo de la desorientación provocada por las obras que han eliminado del mapa de tráfico granadino una parte importante de sus vías y por el contrario no han proporcionado una alternativa viable y práctica.

Menos mal que hay algunas personas que aún se empeñan en alegrarnos un poco la vida ...

Escúchalo (si puedes)



Puedo escribir y no disimular
es la ventaja de irse haciendo viejo
no tengo nada para impresionar
ni por fuera ni por dentro.

La noche en vela va cruzando el mar
porque los sueños viajan con el viento
y en mi ventana sopla en el cristal
mira a ver si estoy despierto.

Me perdí en un cruce de palabras
me anotaron mal la dirección
ya grabé mi nombre en una bala
ya probé la carne de cañón
ya lo tengo todo controlado
y alguien dijo no, no, no, no, no
que ahora viene el viento de otro lado
déjame el timón
y alguien dijo no, no, no

Lo que no llegará al final
serán mis pasos, no el camino.
No ves que siempre vas detrás
cuando persigues al destino.

Siempre es la mano y no el puñal
nunca es lo que pudo haber sido
no es porque digas la verdad
es porque nunca me has mentido.

No voy a sentirme mal
si algo no me sale bien
he aprendido a derrapar
y a chocar con la pared
que la vida se nos va
como el humo de ese tren
como un beso en un portal
antes de que cuente 10.

Y no volveré a sentirme extraño
aunque no me llegue a conocer
y no volveré a quererte tanto
y no volveré a dejarte de querer
dejé de volar me hundí en el barro
y entre tanto barro me encontré
algo de calor sin tus abrazos
ahora sé que nunca volveré.

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