domingo, 28 de octubre de 2012

Aprender.



He aprendido que hablar por teléfono nada tiene que ver con mantener una conversación. Que la independencia crea dependencias que antes no existían. Que la soledad, muchas veces, la creamos nosotros solos.
Estoy aprendiendo que el tiempo no se acaba; que las prisas no ahorran tiempo sino que lo hacen desaparecer; y que el tiempo en sí es una medida totalmente inservible.
Aprendo cada día, a aprender y a des-aprender, y acumulo los costes que ambas acciones conllevan.
Quiero aprender a aprender sin llegar a equivocarme. ¿Se puede?

Feliz Domingo.