domingo, 21 de octubre de 2012

Confesiones.



“Hay un lugar en la iglesia de San Timoteo al que acuden los pecadores a confesar sus pecados, y al terminar, esperan la absolución. Pero lo cierto es que no todas las confesiones son dignas del perdón: los que destapan sus planes ocultos, merecen la condena que reciben; los que desvelan sus ganas de venganza, se ganan a pulso el castigo recibido; sólo los que de verdad se arrepienten tienen derecho a esperar una segunda oportunidad. Por ello es mejor pensárselo dos veces antes de ir a confesar, sobre todo, si no sabes muy bien lo que estás confesando.”
“A menudo se dice que confesarse es bueno para el alma. Pero algunas confesiones, sólo son alardes enmascarados.”