Metas.

Hablemos del concepto de meta.
Todos sabemos lo que son, hemos crecido decidiendo qué seremos de mayor, cómo queremos que sea nuestra casa, nuestro entorno, nuestras aficiones.

Se supone que las metas son objetivos que uno quiere cumplir y que de cierto modo le dan un sentido a su vida, su andadura, a los pasos que da cada día desde que se levanta. Se supone que la meta debe hacer del camino un medio para alcanzarla, incluso debe hacer olvidar sus dificultades para poder vivir la meta desde que se planeta en la mente hasta el último momento que se disfruta una vez conseguida. Se supone que todos tenemos (al menos) una meta en nuestra vida.
También se supone que son importantes para ser feliz, al fin y al cabo dan un rumbo que seguir, unas pautas que harán posible nuestro sueño y por consiguiente nos harán soñar ...

Sin embargo, todos preguntan cuál frívolo y sonriente "poli bueno" qué metas tienen los demás, y todos esconden la cabeza cuál avestruz si les preguntan cómo han sabido qué metas plantearse, o porqué se han planteado plantearse metas. Toda la vida caminando hacia ¿dónde? sin preguntarse la razón por la que caminar. Pisoteando mecánicamente a las personas que sea necesario y acabando de un plumazo con los principios y las ideas fruto del pensamiento con que la naturaleza nos ha premiado.

En la mente de cada uno está opinar si esto es casualidad o comportamiento cobarde colectivo.