Ricardito

“El pobre Ricardito es tonto, tonto de remate. Tiene tantas ganas de hacer las cosas bien que siempre la acaba cagando, antes o después, y no puede evitar que ese sentimiento mezcla de impotencia e inutilidad lo inunde cada vez que le pasa lo de siempre. Será el mes (de mayo), que odia con toda su alma desde que tenía 9 años, por echarle la culpa a alguien. Será que ‘a perro flaco todo son pulgas’, frase que se repite para darle algún tipo de explicación lógica y razonable a su vida (curioso si tenemos en cuenta que es un refrán popular), y que si a alguien le toca nacer con estrella, es porque hay otros que nacen estrellados; la vida no es justa, nadie dijo que tuviera que serlo. Y mientras los astros disfrutan desde lo alto, despreocupados, ajenos y despreciando el esfuerzo, el sudor ajeno, los embriones silvestres siguen sacando castañas del fuego que nunca llegarán a comerse en paz.”