Carlos por Dios!!

"Carlos por Dios, trata de arrancarlo!!!". Supongo que todos recordamos esta mítica frase cuando a Carlos Sainz se le paró el coche a medio kilómetro de ganar esa competición. Y es que hay veces que todo se tuerce. O no ya torcerse, sino que ocurren cosas que no deberían pasar, cosas poco convenientes, que pueden derivar en cosas que todos sabemos que no van a dar nada bueno, que sólo son "ganas" de liarla, como si no hubiese cosas ya de por sí para comerse la cabeza.
Y la cosa es que hay cosas que dejan total y perfectamente claro que NO ES NADA BUENO, CARLOS POR DIOS!! QUIERES HACER LAS COSAS BIEN! Este grito a la cordura, tan necesario pero inútil, suena y resuena una y mil veces como un eco automático e impotente, que está porque tiene que estar, y aún estando, es como si no estuviera.
Mientras tanto, el error sigue su curso, como cualquier otra enfermedad que se precie. Va tomando terreno, síntoma tras síntoma, carcome cuanto se encuentra a su paso y calla las voces que ha de callar, si no las callara no sería un error, y la cosa dejaría de tener gracia o sentido. Es una cuestión de sentido común. Las cosas son como tienen que ser, por eso son cosas.

Virgen Santa qué cosas ...