Las sombras de ojos de Gabrielle (III).

A Gabrielle le gusta maquillarse. Cuenta ya con una trayectoria en este arte, y como maniática del análisis y el control no puede evitar echar la vista atrás e intentar construir una monografía que explique el tema. Y como maniática del análisis y el control tampoco puede evitar extrapolar su sombra de ojos a otros aspectos de su ser. El puzzle de su cara se confunde con la parte exterior de un gigantesco cubo de rubik en cuyo interior hay otros puzzles que resolver (incluso construir). Por ahora le ha quedado claro que sus gustos auténticos siempre fueron los mismos, incluso antes de que ella misma supiera cuáles eran. Es por esto que la primera combinación de sombras que completó el puzzle apenas era la sombra de lo que ella buscaba, y en el fondo lo sabía, pero la comodidad pudo más. Y es por esto que por mucho tiempo que pase desde que probó esa muestra gratuita, y por muchas otras muestras que hayan pasado por su tocador, Gabrielle sabe cuál es la sombra que mejor le queda, que le hace sentir más guapa y que completa el puzzle de su cara; de la misma forma que sabe que está fuera de su alcance, a menos que su vida y sus propias circunstancias cambien drásticamente, cosa que por el momento no va a ocurrir.