Por más que el tiempo pase ... (I)

- Que no. Que esto no aumenta de forma natural. Y cuanto antes te des cuenta y te convenzas, mejor será para todos.

Gabrielle quería tener un busto generoso.

Cuando en su adolescencia sus mamas comenzaron a desarrollarse, pensaba que algún día podría ponerse un escote de vértigo y lucir la atractiva anatomía que la naturaleza habría de otorgarle; sería una más de tantas mujeres poseedoras de estos atributos femeninos tan característicos y tan necesarios para completar su identidad.

Los años de pubertad pasaron, y el tamaño de sus senos no aumentó. No podía consolarse con una forma bonita o unos pezones sobresalientes, porque sin una base suficientemente voluminosa no había forma que distinguir ni pezones que sobresaliesen.

Aún consciente de que pasada cierta edad el desarrollo y crecimiento físico se detienen en los seres humanos, Gabi continuó sentada esperando el milagro que la madre natura le debía.