Por más tiempo que pase ... (III)

Solución

Caso 1: Esperando el autobús con una amiga del barrio.

Sara: … pues el otro día ví un vestido precioso en Mangue, de raso, largo hasta los pies, con una raja detrás y un escote de pico que da vértigo!!

Gabi: Pero, ¿tú puedes ponerte esos escotes? No sé, tus bultos tampoco es que definan mucho canalillo que lucir en el escote de pico…

Sara: Je je je … Amiga, no hay nada que un suje con un poquito de relleno no arregle. Además, hoy día hay millones de modelos con distintas formas y seguro que alguno me queda bien sin que se note que lo llevo.

Gabi se probó todos esos millones de modelos … pero si de uno se le hincaban los aros, de otro el relleno le producía picores … y no terminaba de sentirse cómoda con ese sucedáneo de silicona pegado al cuerpo.

Caso 2: Tomando café un viernes por la tarde.

Cris: Esta noche he quedado con el guiri que conocí la semana pasada, y por éstas que no duermo sola esta noche.

Gabi: ¿Tanto le molas?

Cris: No lo sé, pero te digo yo que éste no se me escapa.

Gabi: ¿Y qué vas a hacer?

Cris: Peinarme como si fuera de boda, una ligera capa de maquillaje que me disimule los granitos, un buen rimel que marque mi mirada, y un par de bailes que lo van a volver loco.

Gabi: ¿No te vas a poner escote?

Cris: Ese no es mi fuerte. Mi reclamo son mis largas piernas y mi culo respingón, sólo tengo que dirigir su mirada (y sus manos) hacia allí …

Gabi examinó palmo a palmo su cuerpo pero no encontró nada capaz de desviar la atención de nadie.

Caso 3: Gabi frente al espejo.

Gabi: Bueno … entonces, ¿qué hacemos?

Espejo: … hummm … pues yo creo que … lo más fácil, sencillo y eficaz, es olvidarte del tema. Vale que desde pequeña has esperado tener grandes pechos algún día, pero todos sabemos que hemos crecido rodeados de falsos mitos que se han ido desvaneciendo con el tiempo: los Reyes Magos, la Sirenita, los largos veranos para jugar, … Con los años, este tipo de cosas cambian, y lo que no podemos hacer es basar nuestra existencia en esperanzas infundadas que lo único que harán será diluirse en la decepción que provocan al no cumplirse nunca.

Gabi: Creo que tienes razón …

Espejo: Así que cuando te mires aquí por la mañana para quitarte las legañas, mírate a los ojos, mírate por dentro, olvídate de los senos soñados que nunca tendrás y preocúpate por pasara un gran día con la única persona que jamás de abandonará: TÚ.