Aumentando la colección.

Desde hace años tengo una afición-manía-acumulación relativa a las cucharitas de café. Son un cubierto que me fascina y me parece muy muy bonito. Por lo que hará unos 3, 4 tal vez 5 años cogí una cucharita de plata monísma de una de las residencias donde trabajaba, y la guardé muy celosamente en una caja de madera que el padre de una amiga mía me había regalado (las hacía él!).
Uno o dos (quizá más) meses más tarde tuve una crucial conversación en un café, la cucharita que me pusieron era una preciosidad, y decidí guardarla junto con la de plata como de 'recuerdo'. Un año (o dos) más tarde un amigo estuvo de viaje fuera de España, como souvenir le pedí que me trajera una cucharita de café y una historia que la acompañara. Me pareció esto tan romántico, ñoño y a la vez enriquecedor que a partir de ese momento toda persona conocida por mí que hace un viaje, tiene el deber moral de traerme una cucharita de café y una historia que contar; en principio la idea era tomar prestada la cuchara para que el regalito no fuese muy caro, pero últimamente el nivel ha subido mucho y Fran me ha traido esta de las Cataratas del Niágara:
¿A que es preciosa? Muchas gracias Fran ;-P.