Addición
Gabi se había hecho adicta al azúcar, y eso que no le
gustaba en exceso.
Hacía algunos años, comenzó a tomarlo. Por aburrimiento, por
dejadez, por tendencia que ella asumía como natural en el curso de la vida. Ni le
gustaba ni le disgustaba …. sólo que no tenía otra cosa que añadir al líquido
que ingería en el desayuno, y pensaba que todos lo hacían. Había algunas
razones físicas por las cuales era realmente aconsejable tomar azúcar por la
mañana: para despejarse, concentrarse y tener energía al ir al trabajo. Sin embargo,
también hay miles de otras actividades que tienen el mismo efecto: hacer Tai
Chi por la mañana, estiramientos, lavarse la cara con agua fría, un paseo al
fresco matutino, … aunque Gabi ni los conocía, ni se los planteó. Se dejó
llevar por la solución más fácil, rápida y barata en cuanto a esfuerzo para
llenar esa pequeña parte de su vida.
10 años después, Gabi se da cuenta de que se ha equivocado. Que
no puede pasar un día sin esa cucharada de azúcar matinal, y no porque se la
eche al té, sino porque no puede dejar de pensar en ella. La adicción que está
mellando a Gabi es la dependencia cerebral a ese azúcar que (supuestamente) le
ayuda a levantarse cada mañana. El pensamiento “necesito tomar algo, de lo
contrario no podré caminar” llegaba cada día un ratito. A veces se iba, otras
no.
Esta es la adicción de Gabi: un consumo prácticamente diario,
inevitable, asimilado como un hábito más, con el que ya ni siquiera siente un
poquito de placer. Marcado tan a fuego en sus neuronas y tan fuera de su
control, que no le queda más remedio que convivir con él, y esperar
desesperanzadamente, que algún día sea la adicción quien la abandone a ella.
Feliz Domingo.
Etiquetas: gabi, idas y vueltas
0 comments:
Publicar un comentario
<< Home