domingo, 24 de mayo de 2009

Adrenalina.

Llevo casi tres años tropezando en la misma piedra. Al principio no sabía que después el tropiezo venía la caída. Me dolía por caída que es y por inesperada. Más tarde comencé a predecir el golpe, el efecto sorpresa desapareció pero no el dolor.
De un tiempo a esta parte la adrenalina liberada al caer le ha arrebatado (de un plumazo) todo el protagnonismo al dolor. Ahora me muero de ganas por tropezar para sentir el vértigo al borde del precipicio. Tiene guasa, ¿no te parece?

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3 comments:

Blogger Old.Urobros ha dicho ...

:) Y una vez más se demuestra que las contradicciones nos complementan.

Sí, tiene guasa.

martes, mayo 26, 2009 9:22:00 a. m.  
Blogger Clark Kent ha dicho ...

Joder Perla, qué alegría que me escuches!! No tenía ni idea, es de las cosas que más ilu me han hecho últimamente, de verdad. La musiquilla de fondo?? Jaja! Pues así se llama! Yo la llamo así, pero el técnico (Teo, un crack que escribe unas historias de terror alucinantes) seguro que me dice un nombre más preciso.

Respecto al post, errrmmm... ando algo perdido, ¿cuál es esa piedra en la que tropiezas desde el 28 de noviembre de 2006?

lunes, junio 01, 2009 4:37:00 a. m.  
Blogger Clark Kent ha dicho ...

Bueno... ¿quién no tropieza una y otra vez?

Y al final hasta le coges gustillo, jaja!

martes, junio 02, 2009 3:24:00 a. m.  

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