lunes, 30 de octubre de 2006

Ejemplo I

Creo que últimamente estoy demasiado abstracta, vamos, que no existe persona en este mundo (aparte de mí) que se cosque de lo que pone en este sitio. Por eso (y por algo que me ha pasado hoy) paso a ejemplificar lo relatado en el anterior post; basándome en mi persona claro está, no sé si habrá mas seres en el mundo que se sientan identificados con ese texto.

Resulta que durante mi época estudiante (la segunda, la de la universidad), conseguí cierto control sobre mi vida: tras mucho esfuerzo fui haciendo mías las asignaturas, me organizaba para obtener los mejores resultados con el menor esfuerzo, aumentando este último sólo si los primeros aumentaban considerablemente, aunque intentando no bajar de un mínimo en los resultados. También conseguí compaginar los estudios (planteados de esta forma) con la conservación de la beca (indispensable para mantenerme viva en el mundo de la Escuela Técnica Superior de Ingeniería Informática, ESTII a partir de ahora, y me da igual que le hayan cambiado el nombre, para mí siempre será ETSII) , y con algún que otro trabajillo de fin de semana o de un par de horas al día que ayudaba a mantener mis gastos sin tener que recurrir a nadie más.

Digamos que en unos meses me percaté de que para ser feliz y sacar adelante más o menos exitosamente esta etapa de mi vida, debía hacer las cosas bien, lo que se traducía en mantener un equilibrio en las materias que acabo de explicar, de forma que pudiese llevarlas a cabo y (aparte de no morir en el intento) que salieran bien.

Esta fue mi definición de hacer las cosas bien.

Y pensé que cuando acabase esa etapa de mi vida y comenzase la que se supone es la siguiente (trabajar en lo mío), ya iba a disponer de bienes materiales (papel), no tendría preocupaciones tipo estudio y podría dedicarme a la vida contemplativa, a mi familia. O simplemente a lo que me diera la gana.

Pero no ha sido así, no es así, al menos en parte. Por mil circunstancias comenzó la vida laboral antes de que terminara completamente la estudiantil, por lo que desde hace tiempo compagino las dos. Finalmente ha salido bien, he aprobado todo lo que he hecho hasta ahora, no sin esfuerzo y en gran parte gracias a la ayuda que he recibido y recibo por parte de mis contados pero inmejorables amigos. Y entre tanto he conseguido hacerme de un cochecillo para moverme, que estar a caballo entre dos ciudades siempre es complicado, por muy cercanas que sean.

Queda la guinda del pastel: el proyecto (y esa asignatura de libre que siempre aparece al final de la carrera). He conseguido que me reduzcan la jornada laboral (hasta ahora y cruzo todos los dedos del cuerpo), he conseguido comenzar un proyecto que me gusta y que creo que podré hacer bien. Y he conseguido matricularme de una asignatura de libre que no parece muy complicada y a la que incluso puedo ir a clase. De escándalo.

Hasta que se me rompe el coche en la misma semana en que he quedado con el profesor para echar un primer vistazo a lo que llevo del proyecto, para orientarme y tener más claro por donde seguir. Otra semana más tirada a la basura. Adiós independencia, adiós no perder tiempo en ir y volver al trabajo, adiós la rentabilidad de vivir a las afueras y pagar poco de piso. Adiós a todo eso de hacer las cosas bien. Me tiran los palos del sombraje.

En fin, que a esto me refería en la anterior historia. A poder controlarlo todo en un momento dado, pensar que de ahí en adelante todo podrá ser así, en la tónica de dominar el entorno, pero cuando uno cree que todo va a mejorar, no lo hace, incluso puede empeorar en algunos aspectos, sobre todo el de creer que eres el rey del mundo cuando realmente no puedes ni asegurar la hora a la que llegarás hoy a casa.

domingo, 29 de octubre de 2006

Y, ¿si dejas de hacer las cosas bien?

Durante un tiempo primero aprendió que hay que hacer las cosas bien, y aprendió cómo hacerlas. Fue poco a poco perfeccionando la técnica hasta que alcanzó minimizar el aspecto negativo y maximizar el positivo, siempre desde un punto de vista a medio camino entre lo razonable y lo satisfactorio, entre lo teóricamente correcto y lo eminentemente práctico.

Y, por fin, lo consiguió, logró mantener una situación que describe como estable, en la que controla la mayor parte de las circunstancias que constituyen el entorno en el que vive. Y se siente contento y orgulloso por ello.

Pero, justo cuando está convencido que el nivel de control iba a aumentar, cuando creyó añadir una circunstancia más, controlable y que además juega de su parte, se topó con la sorpresa: no es tan bonito el papel como lo pintan; ni tan bonito, ni tan duradero, ni tan rentable.

Y dejó de hacer las cosas bien, o al menos, dejó de poder controlarlo todo, de, a pesar de las dificultades, conseguir lo que se propone; porque queda de todos modos inalcanzable. Sólo la muerte es más poderosa que el papel. Así, hubo de cambiar las premisas sobre las que se asentaba su estabilidad, hubo de modificar su base, y comenzar de nuevo el aprendizaje de cómo hacer las cosas bien, ahora sabiendo que no puede vaticinar la aparición de nuevos accidentes y ni mucho menos gobernarlos a su antojo.

jueves, 26 de octubre de 2006

... ni esto es una canción de amor (cont. "ni tu.. ni yo...")

Finalmente quien lleva la voz cantante dijo "no", realmente es lo que más conviene.
"What we cannot speak about, we must pass it over in silence." Robert Hudson
Así que aparte del final que yo escribí, está este segundo final, [modoProgramacion="on"] que sobreescribe al primero[modoProgramacion="off"]. Quizá debí ser algo más amable en la despedida ... (siempre la cago en las despedidas), quizá nunca volvamos a encontrarnos ... o quizá sí.
El tiempo pone a cada uno en su sitio.

PD: Si has leído esto y no lo entiendes, pasa directamente a leer el siguiente blog. No le dés más vueltas, no tiene sentido.

lunes, 23 de octubre de 2006

buscar lo encontrado

Quizá (posiblemente, es más que probable) por influencia de los estudios que he metido en mi mente y el mundo en el que me muevo una fracción de mi tiempo, estoy convencida de que esta vida es un ciclo; puede que cada iteración tenga matices diferentes a las anteriores, pero en esencia todo se repite, volvemos al mismo lugar de partida para iniciar un camino que bien ya hemos andado, bien nos ha sido relatado, bien conocemos por otras fuentes, ...
Aún así, siempre hay algo nuevo, alguna circunstancia que provoca que la experiencia adquirida no nos allane del todo el trayecto, y en mi caso, es muy frecuente acabar cagándola como la anterior vez que pasamos por esa parte del ciclo.

Escribí esto (no sé si llamarlo poema, masturbación mental, o conjunto de palabras puestas unas al lado de otras) hace ya unos cuantos años. Ahora incluso me río cuando lo leo (no hacía precisamente eso cuando lo escribí). Me ha parecido bien recuperarlo.

Una vez que tienes
lo que quisite tener
cuando no tenias nada,
desear tener otra cosa
es intentar buscar
lo que encontraste.

Pero lo que querías tener
cuando no tenías nada,
no tiene comparación
con lo que se construye
sobre unos cimientos
bajo tierra.

Porque para poder pisar sobre seguro
hay que haber bajado para poder subir
y estar donde antes estabas.

He aquí que busquemos lo que
encontramos, lo que queríamos
tener cuando no teníamos nada.

He aquí que cuando conocemos algo
necesitamos sentir la necesidad
de no dejar de indagar,
de dejar de conformarse
y de buscar otra versión
de lo que buscamos y encontramos.

Ay que ver lo que me rayaba .... (como si ahora no lo hiciera).

sábado, 21 de octubre de 2006

nubes y personas

Me gusta ver cómo se mueven las nubes; cómo las estás mirando, giras la cabeza un segundo, y al volver, ya han desaparecido, o han tomado una forma completamente diferente. De mil figuras, colores, texturas; transmitiendo mil y una sensaciones si se observan con detenimiento.
Curiosamente casi siempre se mueven hacia la misma dirección y sentido, como algunas de las personas con las que te cruzas, sabes lo que son (nubes), están perfectamente ubicadas en cuanto a razón de ser y actitud, pero cuando menos te lo esperas cambian de parecer o incluso desaparecen por completo, sin ninguna explicación. Esto ya no me gusta tanto.

Adoro los días de lluvia (esta tarde ví llover, ví gente correr ...), ver el cielo encapotado con mil y una nubes de las anteriormente descritas y percatarme de que de la misma forma que unas se esfuman, hay otras que hacen las veces de telón de fondo, fundiéndose de forma perfecta con el cielo (el que realmente es telón, de fondo y de superficie), como algunas de las personas con las que te cruzas.
Ver cómo al caer la tarde los afloran otros mil y un colores que matizan el carácter de cada elemento, los ponen al desnudo ante tus ojos, sencillamente, para que los mires, los observes, los examines, curiosees en sus tonalidades, te enredes con ellos, a la vez que ellos se inmiscuyen en tu mente, te acechan, a veces impasibles, a veces entrometidos, en ocasiones impertinentes; todo esto si puedes (y quieres), claro; como algunas de las personas con las que te cruzas.

martes, 17 de octubre de 2006

Doctor en Alaska. Todo es vanidad.

No sé si conoceréis esta para mí maravillosa serie de tv de los noventa, acostumbraban emitirla en verano en la 2, normalmente tarde, por la noche.
Para los incultos que no sepan de qué hablo (ciudao con no tomarse a pecho esto eh ;P), Doctor en Alaska narra las aventuras y desventuras de un médico judío neoyorquino, cuyos estudios pagó el estado de Alaska, a cambio de que éste prestara sus servicios sanitarios en dicho estado una vez el estudiante fuese médico. Joel (que así se llama el doctor) es un hombre acostumbrado a la ciudad que se ve condenado a vivir y trabajar durante unos años en un aislado y casi atómico (por lo pequeño) lugar de Alaska: Cicely.
Hace unos días ví un capítulo (para darle uso al ancho de banda que pago cada mes, me dedico a bajarme cosas, desde discografías de grupos que posiblimente nunca escucharé, hasta las temporadas de esta serie) que lleva el mismo título que este post, en el que se manifiestan grandes verdades de nuestra sociedad que pocos se atreven siquiera a reconocer. Transcribo un pasaje:
"Todo es vanidad. Cuando se nos despoja de nuestras posesiones terrenales, de nuestra fama, familia y amigos, nos enfrentamos solos a la muerte. Pero es esa soledad en la muerte nuestro lazo común en la vida. Sé que es irónico, pero así es como son las cosas. Vanitas vanitatum et omnia vanitas. Sólo cuando comprendemos que todo es vanidad, sólo entonces, deja de serlo."

Recomiendo fervorosamente este capítulo y la serie en general.

La cocina de Doctor en Alaska


La omnipresente explicación de Wikipedia

lunes, 16 de octubre de 2006

ni tú ... ni yo ...

Está claro que cuando no existen los ingredientes adecuados, ni las condiciones idóneas, y lo que es más importante, las intenciones no son las correctas, el resultado entonces no es el esperado, por ninguna de las partes implicadas.
También es cierto que la sugestión toma parte protagonista en todo lo humano, y lo que desde un punto de vista es rosa, desde otra esquina puede tomar un tono tirando a marrón; o lo que en un momento puede ser una bendición, un rato antes (o después) es la posibilidad que en maldita hora apareció.
Lo malo de todo esto es que siempre queda la duda razonable de cómo hubiese sido, si hubiese merecido la pena aceptar la receta cuyo producto no terminábamos de ver apetitoso, de si el reto hubiese sido productivo.
Pero ante el vicio de pedir (pensar, comerse la olla), está la virtud de no dar (zanjar, no darle más vueltas), y así escribir el principio, desarrollo y final de un episodio más de nuestro relato.
PD. Y el que no se consuela es porque no quiere.

domingo, 15 de octubre de 2006

Explicaciones.

Creo que es buen momento (al menos no me parece malo) para dar alguna que otra explicación.

Acostumbro preguntarme el origen de todo con lo que me encuentro, desde cuándo, dónde y cómo empezó el "procelosos mar de las ondas herzianas", hasta las frasecillas que mis conocidos se ponen de nick en el msn. Y como cree el ladrón ... (que todos son de su condición), procedo a exponer el porqué de algunos detallitos de este sitio.
# Por qué un blog. Hacía algunas semanas me había comprado una libretita negra monísima (me flipan los artículos de papelería) y un boli verde (desde el instituto me es imprescindible llevar siempre uno). Un día por la tarde me fui a dar un largo y solitario paseo por las calles de esta preciosa ciudad. Sin razón aparente, como un impulso que sale de lo más profundo del alma, comencé a escribir, cosas, algunas sin sentido, con ese boli verde en esa libreta negra. Semanas después, releí uno de esos pasajes, y (modestia aparte), me gustó, me pareció "publicable", y me entraron unas ganas horrorosas de poner esas palabras en un lugar público. Así nació este lugar que ahora te roba parte de tu tiempo.

# El título. Mi primera intención fue "asueto", me gusta cómo suena la palabra y el significado que tiene, pero no estaba disponible, así que hube de buscar por otros derroteros. Nota: casualmente, en el post que ví en asueto.blogspot.com, hablaban de alguien con mi mismo nombre!!!. Finalmente, miré la libreta y el boli presentados en el párrafo anterior, y lo que sigue está ahora escrito en la barra de direcciones del navegador.

# El pseudónimo. En honor a la verdad, he de reconocer que no tenía ni la más puñetera idea de cómo ponerme. Pero ni la más remota. Siempre he sido fatal a la hora de inventarme "falsos nombres" para mí. Nunca me gustó hacerme llamar lacuala porque es nosequé personaje en el cuadragésimo capítulo de ésta serie de tv o libros. Tengamos al menos ese ápice de digamos personalidad o distinción. Así pedí consejo a un amigo que, tras decir nombres horrendos, esperpénticos y sinsentido, propuso perla. No sé si fue mi desesperación por encontrar alias o que realmente me gustó el vocablo, a estas alturas, da igual. Divagamos con pearl jam, black pearl, ... y finalmente me quedé con la traducción inglesa pero sin más adorno ni fornitura. No sé por qué decidí ponerlo en inglés ... si soy más castellana que las castañuelas ... de hecho creo que lo cambiaré en breve ...

Como se puede comprobar, por ahora se acabaron los post profundos o de rayaera mental. No doy pa tanto. Y como ya dije al principio, me sentía en la obligación moral de dar este tipo de explicaciones.


jueves, 12 de octubre de 2006

NO KIERO

No quiero dejar de sorprenderme y sentirme la persona más feliz del mundo cada vez que la vida me brinda la oportunidad de disfrutar de un momento que nunca pensé que llegaría, y, sin embargo, aparece sin que nadie lo espere.
Quiero seguir sintiendo ese gusanillo interior que me recuerda que esos instantes son únicos (como el resto, al fin y al cabo) pero que has de esforzarte si cabe más aún para reternerlos, para que ocupen un lugar en eso que llamamos memoria, para ser realmente consciente de que está sucediento, está sucediendo, AHORA; y volverá a suceder cada vez que te apetezca recordarlo.
No quiero que ese pepito grillo del carpe diem desaparezca.
Quiero que siga ahí eternamente para ayudarme a vivir.
Lo necesito.

miércoles, 11 de octubre de 2006

sueños por cumplir

Hay gente que cuando cumple años dice que ha pasado no se qué fracción de su vida (según la esperanza media de vida del país) y sólo ha hecho una ínfima fracción de la anterior fracción de las cosas que quiere hacer, de los sueños que quiere cumplir. Mi ya citado egocentrismo (o las ganas de que alguien me pregunte) me hace preguntarme a mí misma, y mi conformismo actual me hace contestar en esta línea.
Tal y como veo las cosas ahora, me gustaría poder pasar toda mi vida diciendo (o pudiendo decir, sin mentir) que me encuentro bien, sencilla y llanamente, bien. No estoy de escándalo, no tengo una casa en la playa ni otra en la monaña, no puedo basar mi vida en pegarme caprichos, no puedo levantarme y ver en el espejo a la mejor persona del mundo; no, no puedo hacer esas cosas, no están en mi realidad, ni creo que lo estén nunca.
Por eso (he decidido) no sueño con esas cosas, no están en la lista de cosas que quiero hacer. Creo que (he decidido) que quiero pasar el resto de mi vida viviendo, o al menos, intentando vivir, y no mirar atrás más de lo estrictamente necesario; ni adelante, o más adelante, más de lo sana y coherentemente aconsejable.
Creo (decidí hace tiempo) que por eso cuando yo cumplo años sólo me preocupa (y no poco) cómo voy a celebrarlo, por esa vez, con mi gente, en ese momento.

sábado, 7 de octubre de 2006

inicio tardío

Sería una enorme falta de respeto por mi parte empezar esto sin al menos nombrar a mis papis "bloggeros" (odio utilizar este tipo de términos :S), Tutty (Pinb) y Fran Frin, cuyos enlaces se encuentran en la parte derecha, de hecho son los únicos enlaces (he aquí una pequeña muestra de mi agetreada y siempre voluminosa vida social).
Ellos son los que han hecho que me aficione a leer blogs (los suyos, más concretamente), cada uno con su estilo personal, inconfundible e intransferible, y han despertado en mí (posiblemente sin quererlo) la curiosidad y el gusanillo que ha provocado este sitio.
Desde hace mucho tiempo (aunque sólo de vez en cuando) emano bultos de letras que en ocasiones pueden derivar en ideas, incluso reflexiones con algo de sentido. Desde hace mucho también he imaginado su publicación, sobre todo cuando hacía comentarios de texto en el instituto, en la que me comía tanto la olla que visualizaba cómo serían los comentarios de mis propios textos ...
En fin, que he de agradecer encarecida y eternamente la influencia que estas dos grandes personas ejercen sobre mí (posiblemente sin quererlo), y que me ayudan a crecer cada día un poco más (en el sentido figurado de la palabra, evidentemente :P).

Muchas Gracias. Ya sabéis dónde estoy. Para lo que haga falta.

tauroextra (TAPA DURA)

Comienza el curso, y, con él, la rutina, los quehaceres, el orden, realmente lo que es nuestra vida. Se acaba el ocio, para lo que trabajamos el resto del año, y que en ocasiones he llegado a llamar VIDA. Quizá tenga más VIDA en mi vida si consigo hacer del orden, ocio, y de la rutina y los quehaceres, aficiones. Sólo el miedo a que entonces no salgan bien puede frenar esto, aunque la propia experiencia diga que la tranquilidad sea la mejor garantía de éxito. Esta vez es decisivo (siempre lo es un poco, ahora digamos que se trata de la guinda del pastel), ahora es el REÚNE o el tres años tirados a la basura y no productivos; no, al menos, del todo, porque el fin que perseguían no se produjo, y ¿qué es eso sino un rotundo fracaso y pérdida de tiempo y esfuerzo?
Sí, me gustaría escribir bien, hacer algo bien que pueden ver los demás; no es sino otra muestra de egocentrismo, debería valerme a mí con hacer bien lo que hago, un supuesto trabajo de ingeniería, lo que siempre he soñado hacer.
Ahora esos sueños se desvanecen, parece que ya no tiene tanto atractivo, que eso ahora se ha convertido en deber y ha dejado de ser afición, o desarrollo de inteligencia. Aunque teóricamente siempre fue un medio para la vida, nunca fui realmetne consciente de lo que estaba hablando, quizá por inocencia o simpre desconocimiento de la realidad.
Ahora parece que busco lo contrario a lo que me quiero dedicar, puede que por salir de esa rutina que aún no he convertido en afición; puede que por influencia externa, que nunca reconozco pero que tanto me afecta.